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viernes, 25 de mayo de 2012

Para PABLITO que no pinta como Picasso pero hace preguntas tan buenas como esta.

¿POR QUE SON IMPORTANTES LAS EMOCIONES?



martes, 8 de mayo de 2012

                                                 ¿Píldora masculina a la vista?
 
 
 
Hace ya algunos años que surgió la primera noticia sobre un posible anticonceptivo hormonal para
 hombres, pero hasta ahora estos fármacos se desvanecen con la misma celeridad con que aparecen en las revistas especializadas. Aún no se ha encontrado nada que garantice un alto porcentaje de infertilidad con pocos efectos secundarios. ¿Por qué es tan difícil lograrlo? ¿Hay alguna esperanza?

El intento más cercano a conseguirlo lo tuvo la farmacéutica alemana Schering. Pero, al ser comprada por Bayer en 2006, se canceló el proyecto, que no ha podido ser retomado puesto que los investigadores firmaron una clausula de confidencialidad durante la compra de la empresa. Se cree que Bayer desestimó el proyecto, que ya estaba en las últimas fases experimentales, por motivos estratégicos, ya que prefirió seguir apostando por la píldora femenina. Al fin y al cabo, ¿están los hombres dispuestos a "hormonarse"? Eso mismo se preguntó en una encuesta europea a 9000 hombres en el año 2000 y la respuesta no debió entusiasmar mucho a las farmacéuticas, ya que casi la mitad de los hombres no estarían dispuestos a ello. Así que hoy en día, los únicos avances que se desarrollan vienen de la mano de la investigación en universidades.

Por lo que respecta a los métodos hormonales, la gran mayoría de los preparados se basan en combinaciones de testosterona y progestina (un derivado de la progesterona) para frenar la producción de esperma. Si bien se ha conseguido una eficacia anticonceptivo del 90% (la píldora femenina la tiene del 99%), los efectos secundarios (acné, aumento de peso, crecimiento de la próstata o problemas de erección) no agradan especialmente. Otros productos que parecen tener mayor aceptación son los geles de uso diario a base de esteroides sintéticos modificados, prescindiendo de la testosterona.

Por estos motivos, parece que deberíamos interesarnos en otro tipo de métodos, no hormonales, que permitirían una mayor eficacia sin estos efectos secundarios tan engorrosos. Y aquí sí parece que hay alternativas más atractivas como el RISUG (Inhibición reversible del esperma bajo supervisión), que consiste en inyectar, bajo anestesia, un polímero, anhídrido maleico y estireno, en los conductos deferentes, por lo que los espermatozoides mueren al pasar por allí. La gracia del invento es que es reversible (a diferencia de la vasectomía, donde se cortan los conductos deferentes), bien porque la duración del efecto son unos 10 años o porque se puede degradar por medio de otra inyección, dimetil sulfóxido o bicarbonato sódico, cuando el usuario lo pida. Este producto aún debe pasar la aprobación de la FDA (la agencia del medicamento estadounidense), de modo que probablemente no lo encontremos en el mercado antes del 2015 siendo optimistas.

En fin, viendo este panorama, una se da cuenta de que píldora en sí muy posiblemente no la veremos, pero siempre nos quedarán otras opciones más prometedoras.